viernes, 23 de octubre de 2009

Renata Colombina

Tomar tu mano y dejarme caer
Seguro al vacío
Al silencio
Tu adiós es mi nueva semilla
Es la bienvenida a un
Lugar mejor
Del invierno en el que
Asisto a diario
Ese pequeño destello de luz
Viaja conmigo por
Las alteradas horas
Por el infinito camino
Me lleva mece sopla
Entra las movidas copas del bosque
Entra las negras aguas de la costa
Pequeño sol mi reencuentro
Con las risas de la vida
Están entre tus dedos
Que llaves
Abren candados
Que atan mi alma

miércoles, 14 de octubre de 2009

Diarios


La desgarrada luz se restriega en mis ojos
Cual hojas secas entre los muslos
De aquel otoño que dejamos oculto
En la infancia
Ahí
Sepultado con las risas de los amigos que
De ves en cuando rodaban por entre las vides
Mascando el trumao
Bañados en sudor…
Esta luz me estampa una palmada como
Despertándome de algo
A lo que aún no doy imagen, ni sonido
Piel ni voz
Algo por ahí que se manifiesta al acecho
Como una ola de su roca-presa!
Un sutil encanto,
Como en los escalones de la vieja casa
Descubrir tus enormes ojos rojos
Y después al voltear
También la sonrisa que te ató de por vida
Descubrir que el silencio siniestro
Es poder capaz de ocultar el miedo y la venganza
Después
Mirar nuevamente tu cuerpo flotando con acordes
Que ya nadie recuerda
Sino yo
Con la armonía salvaje de la candidez
Ahí
Solitaria entre las manos y los rostros de otros
Y otras
Ahí ocultado nuevamente aquello
Que jamás podrás revelar…
Ni yo…
Y regresa tras la nube momentánea
Este foco caníbal
Que retuerce mi rostro y lo dobla hacia
Adentro
Donde veo y descubro que ya
Será imposible dejarDe amarte…

Confesion


De beberte tanto he podido arrancar
Uno a uno los barrotes de mi cárcel
Aún presintiendo que la libertad
Engendrará en mí el caos
Y tal vez
De vuelta en vuelta
Alcance a colgarme nuevamente de tus dedos,
Nuevamente.


Cisnes, 30 marzo 2004

Diarios


Heme acá de regreso,
Entre el siempreverde enternecido
Bajo la copa de los Coigües y las Tepas,
Caminando por los viejos senderos del silencio,
Viajando por el canal sembrado de banderas,
Si,
Banderas,
Las únicas que han dado y seguirán dando
El pan a mis vecinos,
A mis nuevos amigos…
Aquí estoy
Contemplando como en la infancia
La vastedad del mar,
El sol hundiéndose en el recuerdo de otros atardeceres,
De otros caminos,
He vuelto
A perderme entre los rosales
Como en el jardín de la abuela que algún día viví…
He vuelto a ser quien alguna vez fui.

Diarios


No es la lluvia ni el viento el que asoma su rostro
Como un signo
Como un dogma de vida,
No es el silencio recurrente de
Caminar al filo
Ni saltando entre
Las tumbas erguidas
De la Urbe
No es la distancia el tiempo el pasado
Ni la lentitud de las horas
Ni el ajetreo del día a día
No es cosa de ellas ni ellos
Es sólo el reflejo
De los miedos que
Transitan
Frente a todas las ventanas
El terror
A morir solos.

jueves, 8 de octubre de 2009

Diarios


La bruma cubre todo esta mañana
Las flores ausente se congelan
En el mutismo.
El silencio del invierno se extiende
Hasta el futuro
Ese negado descanso
Del oprobio,
El final de todo.

Y ya no importa
Ni las sonrisas
Ni el Sol gran
Ausente
Ni el agua cotidiana
Ni el sonido delicado de las ramas
Meciendo sus cuerpos
Al alero del día.

Diarios


El frío mantiene su
obstinado manto
sobre los supervivientes
a la insondable tragedia
de morir en gotas
de acabar por horas.

Mientras algunos divierten al resto
Con discursillos
Menores,
Yo me acomodo y
Re acomodo
El alma,
Que se cae
A cada instante,
Que empuja fuerte este cuerpo
Maltratado
De no tenerte siempre,
Recojo el alma y mi cuerpo
Solo se levanta,
Solo debe reponerse,
Solo,
Como un dogma,
Como un tótem.

Primera Noche de Invierno


El aire está enrarecido
A cada paso se siente el miedo
Se respira el miedo,
Camina a tus espaldas,
Se te cuelga del cuello y rasga
Con sus colmillos la piel,
Las venas,
Las vértebras…

El miedo camina de tu mano
Y no desea soltar tus huesos,
No desea detenerse,
No lo desea.

La luz de la nueva luna,
Recrea los ambientes
Con su manto de nubes negras,
El sonido del espanto
Viene desde el bosque,
Para instalarse definitivamente
En estos rincones
En estos recovecos
Y en sus sombras…

miércoles, 7 de octubre de 2009

Futuro Primitivo


1.-

Como un dulce guiño
Los rayos tibios del sol despiertan
Por estos rincones,
Se asoman temerosos por la ira de la lluvia
Y el silencio de la nieve
Delicado sueño como pistilo de orquídea,
Como un susurro de tus labios.
El mate
Entre estas negras manos hollinadas
Calienta un poco el silencio
De estar medio solo medio vivo muerto loco
La guitarra,
Sigue mirando silenciosa mis uñas y mis
Yemas,
Pero no encuentro aún la armonía
Y menos los acordes.
El solo se cuela por las ventanas
Sin el respeto
Que merece la pantera herida.

2.-

Una bandada de Tordos resguarda la caverna,
Una bandada y un Zorzal
Vigilan
Silenciosos,
La caverna el nido la luz
Mientras cae la nieve en las faldas del Gilberto,
Y no estás
Sino, más aún, te has ido
Y contigo
Se fue la risa el calor el sentido
Ese que poco a paso fuimos armando
El que a golpes a tumbos llantos heridas
Se hizo amor fuerza coraje,
Ahora no está entre mis vestidos
No está entre mis sábanas,
En la cocina
En el baño
Instalado tras las murallas…
La caverna hoy está silenciosa,
Gris,
No sólo sin sol sino
Sin la sonrisa y los labios los besos las caricias,
Neva afuera
El frío entra
Por estos huesos desiertos.

Patricia la Compañera




No he querido ver mi rostro,
Ni el reflejo
En las ventanas las vitrinas los aparadores
Los espejos los parabrisas las ollas
No he querido ver mi rostro,
Para no darme cuenta que
Caen lluvias y tormentas de sus ojos,
Que no hay sonrisa dibujada
Ni besos pintados en las comisuras
Del cuello de los labios,
No recuerdo si hubo barba algún día,
No recuerdo el brillo opalino de la dentadura,
Ni el ancho de las cejas horadadas
Por la alergia
Nada recuerdo de este rostro,
Me he olvidado
Sus funciones
Sus medidas.
Nada recuerdo de este rostro
Sino de tus manos en la nuca,
De la leche en las heridas
De tus labios entre los ojos,
Del susurro en los oídos,
Tus dientes arrancando la piel
De este cuello
Recuerdo y sólo recuerdo
Pues nada ha permanecido,
Lo llevas guardado entre tus blusas
En tus senos,
Entre tus piernas
Y no dejaste sino memoria
Pues no he de verme sino en tu cuerpo
Cuando devuelvas mi piel
Y mi vida.

Tan Lejos Tan Cerca


Justo sobre la soga que sostiene la vida,
Desde el cuello obviamente,
Se nos nublan los ojos,
Como segados por la ira
Conmovidos por tanto muerto y tanto olvido
Pero no hemos de saltar, desde esta piedra,
Desde este andén
De esta buhardilla
Sólo miramos hacia el pasado
Como avanza sin demora,
Odiando progresos,
Buscando la madera la lana el hilo
El silencio el sendero el descanso y el avance
Nuevamente fresco hacia el pasado,
Hacia el primer estado,
Hacia el único verdadero amable furtivo.
Aparentamos una distancia ficticia
Construida por otros cerca de mí cercándonos
Levantando laberintos.

Sitiándonos en el agujero polvoriento y húmedo
Que la ciudad ha parido, nada
Quiere que salte a la vida el oxigeno
Y permanecemos con una clava en cada mano,
Y con ákel nuestros rostros permanecen enrojecidos
Hasta el viaje último
Después de la trampa
Después del fuego,
Más allá de los lagos los bosques la Lenga
El Mañío,
Más allá de todo eso de afuera
Eso que como nosotros respira
Y nos mantiene vivos.


(para Jesús A. Sepúlveda por el “Jardín” y el Invernadero)

El Futuro es Primitivo


En el corazón hirviente de la tierra
Se aloja misterioso el secreto,
El mito,
La salvación,
Todo allí pierde sentido,
El símbolo,
El rito,
El yo y su espejo,
En el corazón hirviente de la tierra,
Se aloja agazapado,
Huido,
El sino,
No hay herramientas ni alquimia,
No existe dios ni misión divina,
Menos aún el esfuerzo de los racionalistas,
Materialistas espiritistas minimalistas violinistas guitarristas ni cantores
Que se acerquen en el verso y la fuente
Misma de la perversa ciencia,
Porque el misterio no lleva nombres
Etiquetas o tiempo,
Porque el misterio quedó allí guardado
Entre el follaje
La foresta del futuro primitivo.