lunes, 13 de septiembre de 2010
Septiembre
Ver mi rostro
reflejado en
la pasiva nieve
es verse
combatiendo
contra la
furia del oleaje
más allá de
las horas
más allá del silencio.
Ver mi rostro
perderse en
las fijas líneas
del espejismo
sombrío de cada mañana
respirando el aroma
cálido
de tu cuello
el intacto
delirio de
tu vientre
es perderse
olvidando
todo retorno
al camino
perder la voz
sumido en
la lluvia
buscando
respuestas
al algo
impaciente de la vida
es flotar
descalzo
en el follaje
indómito
del alba
en el oscuro radiante
mediodía
del bosque
en el salvaje
destello
de las marejadas.
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